A medida que los consumidores estadounidenses beben menos leche, otros productos en el pasillo de lácteos están captando su atención, impulsando un nuevo crecimiento y oportunidades para los productores lecheros.

Según los datos de ventas de la firma de investigación de mercado Circana, el pasillo de productos lácteos refrigerados sigue siendo la categoría más grande en el comercio minorista de comestibles, generando $76 mil millones en ventas durante el último año. En los últimos tres años, las ventas minoristas de productos lácteos aumentaron un 15,4% o $10,1 mil millones.

“Los productos lácteos son los campeones de las tiendas de comestibles”, dijo Cory Geiger, economista principal de productos lácteos del programa Knowledge Exchange de CoBank. Agregó que la tasa de crecimiento de los productos lácteos en tres años sigue superando a la de los licores, la segunda categoría más importante de ventas minoristas.

Un  nuevo informe de CoBank  revela una perspectiva prometedora para las ventas minoristas de productos lácteos, con un crecimiento del 7,7% en la cantidad de libras de productos lácteos vendidos en la última década.

“Esto pone de relieve la creciente demanda de productos lácteos a pesar de la inflación de los precios minoristas de los alimentos durante los últimos cuatro años y medio”, señaló Tony Banks, subdirector sénior de agricultura, desarrollo e innovación de Virginia Farm Bureau Federation.

“Pero la industria láctea no debería dormirse en los laureles”, señaló Geiger. “Los gustos y los patrones de compra de los consumidores siguen evolucionando, y eso significa que los procesadores, fabricantes y comercializadores de productos lácteos necesitan innovar”.

Las marcas blancas están superando a las marcas en 10 de las 15 categorías de productos lácteos, incluidos el yogur, el queso crema, la crema y las cremas, señala el informe.

El informe también identifica al queso, la mantequilla y el yogur como impulsores del crecimiento de la categoría, junto con productos lácteos emergentes diseñados para capitalizar la creciente demanda de snacks saludables y ricos en proteínas.

En los últimos 25 años, el consumo per cápita de mantequilla aumentó un 43,2%, el de queso aumentó un 45,8% y el de yogur aumentó un 142,4%, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

Si bien el consumo de queso en Estados Unidos alcanza un récord de 40 libras per cápita por año, los patrones de consumo europeos muestran que todavía hay margen para el crecimiento.

A nivel mundial, se proyecta que el mercado de snacks de queso superará los 75 mil millones de dólares este año, y América del Norte representará casi el 24% de esa participación, con nuevos sabores y formulaciones impulsando el crecimiento.

Y los lanzamientos de nuevos productos de quesos para snacks están en auge en los principales mercados de exportación de productos lácteos de EE. UU., creciendo un 152 % desde 2019, según el Consejo de Exportación de Lácteos de EE. UU.

“Las exportaciones de productos lácteos de Estados Unidos han seguido creciendo en los últimos 25 años”, señaló Banks. “Si bien en el pasado las exportaciones de productos lácteos de Estados Unidos representaban un mercado para la producción excedente de leche y otros productos, hoy en día las exportaciones son una fuente importante de demanda de productos lácteos para los agricultores y la industria de Estados Unidos”.

CoBank señala una oportunidad adicional para la innovación en la categoría de productos sin lactosa: ofrecer a los procesadores de productos lácteos la oportunidad de llegar a los 120 millones de estadounidenses que no pueden disfrutar de los productos lácteos tradicionales debido a alguna forma de intolerancia a la lactosa.

“El desarrollo de más productos modificados con lactosa podría brindar una oportunidad para que la industria láctea al menos desacelere la caída de las ventas de leche líquida, abriendo los mercados de leche líquida y otros productos lácteos a más de un tercio de la población estadounidense”, dijo Banks.

Geiger añadió que el “futuro parece prometedor” para la industria láctea. La mayoría de los consumidores estadounidenses compran productos lácteos y, cuando se les preguntó sobre sus intenciones futuras, el 90% dijo que “no tienen planes de reducir el consumo”.

Para leer el informe completo, visite  cobank.com .

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