Las estrategias de las grandes distribuidoras de abaratar la leche en los lineales de venta y utilizar los briks como reclamo sigue condicionando la formación de precios en origen. Y afecta a una buena parte de los productores gallegos. Y ello pese a que, en los últimos años, se ha avanzado en la regulación del sector. Con todo, el ministro de Agricultura, Luis Planas, admitió que aún queda por hacer y abrió la puerta a revisar la ley de la cadena alimentaria, un texto, dijo, que ha contribuido a dotar de estabilidad al conjunto de la cadena de valor y a evitar las oscilaciones y el «efecto tobogán». El ministro hizo estas declaraciones después de visitar las instalaciones de Clun en el concello coruñés de Negreira, pero no precisó cuáles son los aspectos concretos que se revisarán. Planas matizó que es necesario contar con un ejecutivo con plenas facultades para llevar a cabo el trabajo, en alusión a la situación de provisionalidad en la que se halla el equipo de Pedro Sánchez. En relación a los precios en la cadena de distribución, reconoció que se trata de «un tema muy importante para los ganaderos» y en el que es necesaria la «mayor transparencia posible».
Las ofertas de leche a bajo precio siguen generando un profundo malestar en el sector ganadero. El responsable de la política agraria en el Estado hizo un llamamiento a todos los agentes involucrados para revisar la normativa en esta materia. De hecho, no es la primera vez que se hace, después de los cambios efectuados en el paquete lácteo y en el decreto sobre el origen de la leche, modificaciones que han idio satisfaciendo las demandas del sector productor.
Con todo, el ministro, que estuvo rodeado del equipo directivo de Clun y del delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, quiso poner como ejemplo de organización al sector lácteo gallego, del que destacó su esfuerzo para agrupar a los ganaderos en cooperativas de mayor tamaño. «Esta comunidad aporta el 38 % de la producción de leche del Estado», destacó en su intervención, e hizo un llamamiento a la necesidad de sacar productos de mayor valor añadido en un mercado mundial en el que crecerá la demanda de los productos lácteos. Y de ahí la necesidad, dijo, de depender cada vez menos del envasado de briks de leche líquida. Esta es, de hecho, la principal actividad industrial en Galicia, a diferencia de lo que sucede, por ejemplo, en Francia. Previamente, en la visita de las instalaciones de Clesa en Caldas de Reis, perteneciente a Clun, el ministro recordó el cambio que se ha producido a lo largo de estos años, cuando antes había una percepción pesimista y llena de nubarrones, y ahora se aprecia un sector con futuro.