La baja productividad de leche en Honduras está relacionado con la menor disponibilidad de forraje para alimentar al ganado, especialmente en verano y mejora en un 40 por ciento en invierno, pero causa una reducción de precios debido a la sobreoferta.
“En este momento, tras la sequía, los precios han subido, los procesadores artesanales tienen una lucha para obtener leche, en el sentido que no sea comprada por la competencia”, reconoció Ferreira, quien fungió hasta hace meses como subsecretario de Ganadería.
“El productor debe ser consciente de entregar el producto a la persona con quien asumió el compromiso”, solicitó la fuente.
Lo ideal para los productores, agregó Héctor Alberto Ferreira, es vender a un solo precio durante todo el año, como acuerdan en la agroindustria donde el costo del quintal de granos no se mueve en determinadas fechas.
“En invierno los precios al productor baja estrepitosamente, en ciertos sectores se vende hasta en 4 lempiras el litro de leche y en verano sube hasta 12 lempiras, al final se genera incertidumbre en temas de precios que no aportan al productor, ni al consumidor final, debido a la variación de precios en esas épocas del año”, agregó.
Otro problema que afecta a los ganaderos nacionales es la entrada de productos nicaragüenses, que según Ferreira, representa una competencia desleal.
“Hemos denunciando el ingreso de productos al país a través la zona sur sin ningún control en pago de impuestos y sanitario, hacemos un llamado a la población a tener responsabilidad sobre el producto que compran para alimentar a las familias”, concluyó Héctor Alberto Ferreira.
Estos temas, entre otros, serán abordados hoy por los productores durante una reunión de emergencia que sostendrán en la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG).