Nombrado por Grupo Lala como “La Nueva Era Láctea”, consiste en comprometerse a crear productos que satisfagan de mejor manera las necesidades de un consumidor que, a los ojos de la compañía, cada vez se vuelva más más exigente con lo que espera de una empresa alimenticia.

“No está dispuesto a conformarse con lo que tiene hoy, (el consumidor) te va a cuestionar, va a discutir la forma en la elaboras los productos para, posteriormente, dilucidar si los comprará en adelante”, explicó Andrés Gutiérrez, vicepresidente Legal y de Asuntos Corporativos de Grupo Lala.

En su participación como ponente en los trabajos del Expansión Summit 2019, el directivo consideró que dentro del Grupo existe una revolución alimentaria determinada por los consumidores que están acelerando la forma en que la se ve industria láctea, la cual genera una amplia diversidad de productos lácteos y sus derivados.

Y no sólo eso: “esperan obtener de nosotros comida sana, ética, con mayor calidad y experiencias atractivas. Es un consumidor que no está contento con lo que tiene”, apuntó.

En otras palabras, constituye una masa de consumidores inteligentes interconectados en esta era de información, interesados en reunirse y armar grupos de interés que van a criticar y a observar todo el día, agregó el especialista.

Un consumidor muy exigente

Además,el consumidor pregunta mucho más lo que está comiendo y el tipo de experiencias obtenidas con el producto, lo cual propiciará que el negocio de la alimentación cambiará radicalmente en los siguientes 20 o 25 años, añadió Gutiérrez.

“El compromiso implica reconocer que los métodos de fabricar los productos no serán suficientes para satisfacer al consumidor del mañana”, expresó el directivo.
Inclusive, aseveró, es el mismo consumidor que ha sido fiel a lo que elaboró la compañía durante 20, 40 o más años -donde merece recordar que Grupo Lala cumplió 70 años de fundación- ya sea por iniciativa propia o por la comunidad en la que vive.

A diferencia de otras industrias donde el consumidor puede ser más indulgente, el directivo explica que donde está inmerso Lala se tiene en mente la nutrición, la cual es el alma del sector alimenticio y, por lo mismo, si los participantes de esta industria tienen en su columna vertebral al consumidor, “perderán mercado en los siguientes 30 años”, vaticinó.

Ante ese reto, Grupo Lala construyó el sueño de hacer realidad su compromiso con el cliente de reconocerle siempre el alto potencial que le representa, de buscar conquistarlo sin imponer un estilo único de la forma en que debe manejase el sector productor de alimentos lácteos y derivados en el país.