“Tenemos las expectativas y la esperanza de resguardar los puestos de trabajo de los veintiún compañeros”, pronunciaron de cara al futuro.
Hoy se desarrolló la audiencia, en la secretaría de Trabajo de Lincoln, para avanzar hacia una posible solución ante la situación de los veintiún trabajadores de la planta de “SanCor” en Arenaza, la cual ya ha confirmado que cerrará sus puertas.
En ese marco se acordaron una conciliación voluntaria y un próximo encuentro formal en La Plata, con el principal objetivo de llegar a un consenso y preservar las fuentes laborales.
En la audiencia participaron “el representante legal de ‘Alimentos Refrigerados’ SA (Arsa), representantes del grupo Vicentín -quienes manifestaron no ser dueños de ‘Arsa’- y todos los representantes de Atilra, acompañados afuera por representantes de distintos gremios, organizaciones sociales y vecinos”, según lo indicado por el delegado local de Atilra, Luciano Asad.
Respecto de los resultados del cónclave puntualizó: “La audiencia terminó con una conciliación voluntaria, algo inédito en lo jurídico-laboral. La convocatoria de la gente y el quite de colaboración que se mantuvo en la planta de Arenaza hasta finalizada la audiencia dieron sus frutos”.
Posteriormente, Asad explicó cuáles son los pases a seguir. “Ahora estamos esperando la fecha para una audiencia en la ciudad de La Plata, porque habrá diez días hábiles de conciliación. Tenemos las expectativas y la esperanza de resguardar los puestos de trabajo de los veintiún compañeros”, afirmó.
EL CONFLICTO. La situación conflictiva se había iniciado un mes atrás, cuando la firma láctea “SanCor” había anunciado el cierre de la producción del reconocido queso blanco “Mendicrim”, el cual había sido creado y elaborado históricamente en la fábrica de Arenaza.
Además de la clausura de esa línea de producción, también se habían anunciado el cese de actividades de ese sector de la planta y, por ende, los despidos de sus trabajadores.
Hasta el mes pasado, en la fábrica de Arenaza convivían dos empresas. Una era “Arsa” (que ahora, según la multinacional “Vicentín”, no le pertenece), que aglutina a la mayor cantidad de operarios y produce, de manera tercerizada, para “SanCor” una importante cantidad de artículos.
En una parte menor venían trabajando veintiún empleados en dependencia directa de “SanCor”. Son precisamente ellos quienes están en conflicto y por los que el gremio Atilra trabaja para encontrarles una solución.